
No hacía demasiado frío, pero aún así, la chimenea de la antesala de los aposentos de la Reina Níobe estaba encendida. Florea había dejado una tetera y varios postres en una mesita, y luego se había marchado. Era muy tarde, el Conde Edaris de Shult acababa de marcharse a sus aposentos; y Níobe no hubiera recibido a nadie a esas horas... pero sus hermanas eran una excepción a todas sus normas. Níobe ofreció la crema de turrón a su hermana.
- Deberías probarlo -dijo mientras servía té en dos pequeñas tazas de porcelana blanca.
- Deberías probarlo -dijo mientras servía té en dos pequeñas tazas de porcelana blanca.
Nyx se quitó la falda con un rápido movimiento, quedándose sólo con el corpiño y las enaguas. A continuación cogió un pastelito en cada mano y los miró divertida. Le arreglaban el día esos pequeños dulces. Luego se quitó las botas con dos puntapiés y se sentó sobre sus pies en el sillón de tercipelo tinto que estaba junto a su hermana.
- Veamos - dijo dedicándole una rápida mirada a su hermana, antes de hacer desaparecer los delicados pastelitos - ¿qué ha pasado con Edaris "Ayquecruz" de Shult... ¿sigues teniendo paciencia y no lo has reducido a cenizas aún? - Nyx sonrió ante la imagen mental de su hermana jurando en voz baja mientras sonreía con falsedad al shulte, y se chupó los dedos índice y pulgar, llenos de nata y crema de turrón.
- Estoy alcanzando cotas insospechadas en mí de paciencia y saber estar. Te aseguro que pagaría por verme actuar... Después de que el juglar de Genar encontrara interés en el cultivo de malvas, el señor Ayquecruz ha venido a verme. Indignado, indignadísimo, diciendo que iba a marcharse de inmediato, que no quería tener nada que ver conmigo. Algo tan exagerado que casi era cómico. Sin embargo, su insoportable sentimentalismo me ha servido para ayudarle a cambiar su punto de vista; como mínimo he conseguido hacerle dudar. Me sorprende que ese Condado funcione, con semejante individuo al frente de todo... En fin. Ya sabes como son los shultes, todo blanco o todo negro. Cuando me ha acompañado a mi habitación estaba tan dócil como un gatito. Ridículo. Le he dado uno de mis pendientes, me juego lo que quieras a que ahora mismo estará durmiendo sobre él, o llorando sobre él, o suspirando sobre él o alguna estupidez semejante. Igual hasta se corta las venas con él en la mano, gritando mi nombre o algo así...
- Estoy alcanzando cotas insospechadas en mí de paciencia y saber estar. Te aseguro que pagaría por verme actuar... Después de que el juglar de Genar encontrara interés en el cultivo de malvas, el señor Ayquecruz ha venido a verme. Indignado, indignadísimo, diciendo que iba a marcharse de inmediato, que no quería tener nada que ver conmigo. Algo tan exagerado que casi era cómico. Sin embargo, su insoportable sentimentalismo me ha servido para ayudarle a cambiar su punto de vista; como mínimo he conseguido hacerle dudar. Me sorprende que ese Condado funcione, con semejante individuo al frente de todo... En fin. Ya sabes como son los shultes, todo blanco o todo negro. Cuando me ha acompañado a mi habitación estaba tan dócil como un gatito. Ridículo. Le he dado uno de mis pendientes, me juego lo que quieras a que ahora mismo estará durmiendo sobre él, o llorando sobre él, o suspirando sobre él o alguna estupidez semejante. Igual hasta se corta las venas con él en la mano, gritando mi nombre o algo así...
Nyx reflexionó un segundo sobre qué pastelito elegir a continuación. Quizás uno de chocolate. Luego, mirando con dulzura a Níobe dijo:
- ¡Oh, mi pobre hermanita! Cuánto esfuerzo malgastado en un simple shulte... - de repente, se incorporó en el sillón, con el pastelito aún entre sus dedos - ¿Crees que Genar nos declarará la guerra? No tengo tiempo para eso ahora... - terminó la frase y engulló el dulce de un bocado.
- Claro que no. Sería demasiado idiota hasta para él. Que un país con la mayor flota del mundo quiera atacar a otro país sin costa es estúpido. ¿Cómo llegarían sus barcos hasta Avernarium, si apenas tenemos unas pocas leguas de mar, y además al otro lado del continente? -probó el té, demasiado caliente-. Aunque puedes contar con que me enviará misivas indignadas. Y volviendo con Ayquecruz... me preocupa que pretenda hacer una tragedia de todo esto en vez de pensar con la cabeza. Material para cantares: el valiente -impostó la voz para hacerla sonar sinietramente parecida a la del difunto Jared- y caballeroso Conde vuelve a su hogar pensando en la Reina, pero sabedor de que jamás volverá a ver aquella a la que ansía su corazón, y se pasa el resto de sus días llorando la pérdida -se puso en pie, y llevó el dorso de la mano a la frente en un ademán desolado-, ¡mientras se consume de dolor en lo más alto de la más alta torre!
Se echó a reír, una risa auténtica y burlona.
- Casi me lo puedo imaginar. En fin, espero que el Consejero Rivas le meta algo de lógica debajo del yelmo y decida quedarse, aunque un final feliz le estropee el cantar para la posteridad. Me gsutaría decirle que no se preocupe, que ya le proporcionaré tragedias para que escriba un libro entero... Conseguir el reino de Shult y que Ayquecruz baile bajo mis manos se ha convertido en una cuestión de orgullo.
- Claro que no. Sería demasiado idiota hasta para él. Que un país con la mayor flota del mundo quiera atacar a otro país sin costa es estúpido. ¿Cómo llegarían sus barcos hasta Avernarium, si apenas tenemos unas pocas leguas de mar, y además al otro lado del continente? -probó el té, demasiado caliente-. Aunque puedes contar con que me enviará misivas indignadas. Y volviendo con Ayquecruz... me preocupa que pretenda hacer una tragedia de todo esto en vez de pensar con la cabeza. Material para cantares: el valiente -impostó la voz para hacerla sonar sinietramente parecida a la del difunto Jared- y caballeroso Conde vuelve a su hogar pensando en la Reina, pero sabedor de que jamás volverá a ver aquella a la que ansía su corazón, y se pasa el resto de sus días llorando la pérdida -se puso en pie, y llevó el dorso de la mano a la frente en un ademán desolado-, ¡mientras se consume de dolor en lo más alto de la más alta torre!
Se echó a reír, una risa auténtica y burlona.
- Casi me lo puedo imaginar. En fin, espero que el Consejero Rivas le meta algo de lógica debajo del yelmo y decida quedarse, aunque un final feliz le estropee el cantar para la posteridad. Me gsutaría decirle que no se preocupe, que ya le proporcionaré tragedias para que escriba un libro entero... Conseguir el reino de Shult y que Ayquecruz baile bajo mis manos se ha convertido en una cuestión de orgullo.
Nyx volvió la mirada hacia los ventanales y entornó los ojos. No sabía si contarle a su hermana lo que le había ocurrido en el bosque el día anterior. Corría el riesgo de hacerla montar en cólera, o de que preparara una dantesca contienda en contra de todos aquellos países que había más allá del mar de brumas, sólo porque alguien había querido darle muerte. Y Níobe, ante la duda, aniquilaba todas las opciones. Volvió de nuevo la mirada hacia su hermana y la observó detenidamente. No había en ella un ápice de resentemiento o cansancio cuando se trataba de cuidar o velar por alguna de sus hermanas. Siempre protectora, aunque a veces demasiado dominante para gusto de Nyx. Ella en cambio siempre había sido la silenciosa y misteriosa de las tres hermanas. Nadie podría decir nunca en qué andaba metida o qué estaba pensando. Y mejor así, Níobe solía inmiscuirse en los asuntos de todos los que la rodeaban y podía ser verdaderamente cruel. Nyx meneó la cabeza para borrar las imágenes que la asaltaron de su daga cruzando el cuello de Murah. Todo había sido culpa de Níobe... y sin embargo, no podía odiarla, era su hermana. Decidió que, a pesar de todo, sí le contaría lo que había acontecido en el bosque. Si Nyx aparecía muerta cualquier día, al menos que no la cogiera de improviso.
- Hermana - dijo cambiando el tema y sacando a Níobe de sus oscuras elucubraciones - quizás deberías sentarte, aquí junto a mí... tengo que hablarte.
Níobe le dedicó una mirada preocupada. Nyx tenía muchas virtudes, pero la de sentarse a hablar de sus problemas con calma no era una de ellas. Algo grave ocurría. Se levantó y se sentó frente a Nyx, pensativa.
Níobe le dedicó una mirada preocupada. Nyx tenía muchas virtudes, pero la de sentarse a hablar de sus problemas con calma no era una de ellas. Algo grave ocurría. Se levantó y se sentó frente a Nyx, pensativa.
- ¿Y bien?
Nyx le contó a su hermana primero el extraño encuentro con la bruja de Rossum, y aquello que la había dejado perpleja sobre Murah y su posible embarazo. Fruncía el ceño mientras relataba la apariencia de la mujer y cómo sus frases la habían dejado pálida.
- Conozco a esa mujer, cariño; no debes preocuparte. Es una auténtica adivina y a veces la he consultado -admitió-; pero por experiencia sé que la mitad de las veces sus premoniciones no son más que retazos de locura. Hace poco la fui a ver... y me habló de "El hombre luminoso, a quien oscurecerás, y que con el precio de su alma te bañará en pureza". Ya me dirás. Si se refiere a Ayquecruz, dime qué sentido tiene eso. Una tontería, como lo que te ha dicho a ti. Y aún suponiendo que haya acertado, piensa que la muerte de ese niño ha sido lo mejor que podía pasarle, un acto de piedad. ¿Qué iba a hacer sin padre y sin madre? Es más, aún suponiendo que la campesina siguiera viva, ¿qué sería de un niño cuyo padre está enamorado de otra mujer que no es su madre? Ese crío está mejor donde está ahora.
- Conozco a esa mujer, cariño; no debes preocuparte. Es una auténtica adivina y a veces la he consultado -admitió-; pero por experiencia sé que la mitad de las veces sus premoniciones no son más que retazos de locura. Hace poco la fui a ver... y me habló de "El hombre luminoso, a quien oscurecerás, y que con el precio de su alma te bañará en pureza". Ya me dirás. Si se refiere a Ayquecruz, dime qué sentido tiene eso. Una tontería, como lo que te ha dicho a ti. Y aún suponiendo que haya acertado, piensa que la muerte de ese niño ha sido lo mejor que podía pasarle, un acto de piedad. ¿Qué iba a hacer sin padre y sin madre? Es más, aún suponiendo que la campesina siguiera viva, ¿qué sería de un niño cuyo padre está enamorado de otra mujer que no es su madre? Ese crío está mejor donde está ahora.
La mente de Nyx voló lejos de allí un instante, no quería oír a su hermana hablar de Azcoy. Aún la culpaba de lo sucedido, y de que Azcoy hubiera huido a nadie sabía dónde para nunca volver. La dejó dar su visión de las cosas, pero se centró en que su hermana ya conocía a la adivina... "Bueno, al parecer no siempre acierta, espero que esta vez haya fallado de lleno" se dijo.
- Bueno, dejémoslo estar, no es éste el tema principal por el que quería hablarte, sólo algo anecdótico que sucedió antes de lo realmente extraño - dijo Nyx con un ademán firme de sus manos, dando ese asunto por concluido. Su hermana enarcó una ceja y la miró curiosa.-
Nyx le narró a su hermana en voz baja, cómo había fornicado con un extraño en una cueva del bosque, donde tuvieron que ocultarse cuando la lluvia los sorprendió. Le dijo el nombre del Barón, sin creer demasiado en la palabra del extraño, si bien era cierto que realmente tenía maneras de la clase noble. Níobe no había oído hablar de él, lo cual tampoco era extraño, ya que se trataba de alguien que habitaba más allá del Mar de Brumas, ni siquiera sabía decirle de qué país. Sólo tenía un nombre y una confesión.
- Me buscaba a mí - dijo mirando a su hermana, esperando de ella una reacción - ¡me buscaba para darme muerte!
Níobe se puso en pie como empujada por un resorte.
- ¡Maldito hijo de una puta sarnosa! -blasfemó, cosa muy poco habitual en ella- ¡Cómo osa! ¡Haré que lo persigan como el sucio animal que es por toda Avernarium, hasta que los perros lo despedacen y se coman sus entrañas! ¡Conocerá nuevas cotas de dolor nunca antes alcanzadas por ser humano alguno! ¡Se arrepentirá de haber puesto sus repugnantes pies en estas tierras!
- No hará falta que lo persigas, querida - dijo Nyx empleando el tono que la misma Níobe utilizaba cuando estaba a punto de soltar una frase lapidaria - él mismo vendrá a palacio mañana cuando despunte el sol... le he hecho creer que pertenezco a la nobleza de Heyk, y que tengo rencillas con la reina Nyx y que su muerte no puede venirme mejor... le he prometido que tendrá una audiencia con ella mañana, aquí. - miró de soslayo por la ventana y luego a su hermana. Luego sonrió ligeramente - se negó a confiarme sus motivos, pero deben ser muy buenos para cruzar el Putomundo. Estoy ansiosa por que llegue mañana.
Níobe detuvo su inhabitual estallido de rabia, miró durante un instante a su hermana con sorpresa y dejó escapar una larga y sonora carcajada.
Níobe detuvo su inhabitual estallido de rabia, miró durante un instante a su hermana con sorpresa y dejó escapar una larga y sonora carcajada.
- ¡Por los dioses, Nyx- dijo- no puedo creerme que seas tú quien esté diciendo lo que oigo! Qué grandísima idea... Veo que le vas cogiendo el gusto a la política... ¿Y qué piensas hacerle una vez esté en el castillo?
Níobe se sentó, cogió uno de los pastelillos y comenzó a mordisquearlo, con toda su atención puesta en su hermana. Nyx no solía ser tan retorcida, y verla manejar así una situación la llenaba de orgullo.
Níobe se sentó, cogió uno de los pastelillos y comenzó a mordisquearlo, con toda su atención puesta en su hermana. Nyx no solía ser tan retorcida, y verla manejar así una situación la llenaba de orgullo.
Nyx, se levantó y miró por la ventana sin ver, volvió a su estado de autismo en el que cerraba los oídos y dejaba que los pensamientos se cruzaran en su mente unos tras otros. Se negó a creer que Azcoy estuviera envuelto en ese asunto... pero entonces ¿quién y por qué?
7 comentarios:
Así me gusta, hermanita, que repartas a cada uno lo suyo. Me encanta tu vena hijoputesca :)
Qué pena estar tan lejos y perderme el maravilloso espectáculo.
Me parece que nos aguardan nuevos retos mi querida Armenieta.
Ah, y cuidad ese lenguaje augusta Níobe!... si nuestros caminos se cruzan procuraré que mi zíngara nos cocine un guiso de lengua que os dejará a vos sin habla y a mi saboreando el plato bien frío.
Von Deck
Qué interesantísimo se está poniendo todo!
Querida Adara: otro divertido espectáculo estás montando tú, y espero que igualmente lo disfrutes.
Barón: en mi casa, hablo como me place. ¿Osáis amenazarme, señor? A parte de ser una insensatez, es tan impropio de un caballero... Aunque vistos los soeces comentarios que le habéis dejado a mi hermana Nyx, no sé de qué me extraño.
Dama QueEntiende: Nada me complace más que entreteneros, amable señora.
¡¡¡¡Que fuerte!!!!! tengo más votos que nadie en la encuesta de quien será el primero en cascarla..
Ah, no hay nada como sentirse querido...
Von Deck.
No llores, hombre, es una encuesta de quién "crees" que será el primero en cascarla, no quién "quieres". La semana que viene pondré la de quién quieres que... y entonces veremos XD
Cada vez está más claro el lazo de hermandad que une a estas tres reinas. El de dejarnos intrigadas!!
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